Nací en Madrid en los años de la carrera espacial y la guerra fría, pero mis raíces están en Murcia y aquí vivo desde hace muchos años. Crecí en la época de la fe ciega en el futuro y en la tecnología, pero nunca pude imaginar que aquello se haría realidad al mismo tiempo que las guerras por la energía y los totalitarismos salvajes que destrozan a las personas. Me apasiona la vida cada día aunque hay días que no puedo abrir el periódico. Me casé con un gran hombre en una época en la que ser hombre o mujer era sencillo, ahora ser una persona es mucho más complicado. Soy madre en un tiempo en el que el concepto se revisa y se reconstruye sin cesar.
Esto no es más que una presentación de mi persona, pero no soy yo.
Trabajo desde hace años en la Biblioteca de la Universidad de Murcia, pero no me canso de acudir a mi trabajo. Empecé en esto cuando no existían los ordenadores y teníamos que hacer las fichas en una máquina de escribir electrónica. Decidí ser bibliotecaria cuando nadie sabía en qué consistía, ni para qué servía nuestro trabajo, cuando la información y la cultura eran sólo para entendidos y amantes de las letras. Sigo siendo bibliotecaria ahora que la información y la cultura juegan un papel primordial en la vida de la gente. Me gusta ser bibliotecaria ahora que internet nos ha abierto las puertas de casi todo.
Esto no es más que un pequeño resumen de mi vida laboral, pero no es mi vida laboral.
Me gusta internet y lo que representa para la comunicación humana. Sigo con interés todas las noticias tecnológicas. Me gusta la novela negra y el cine de ciencia ficción. Me gusta la cocina y la decoración, aunque la nutrición y la estética no tengan nada en común (con permiso de Ferrán Adriá y los nuevos cocineros). Aprendí a coser y bordar y nunca me he arrepentido de saber. En realidad lo que más me gusta de todo, es aprender.
Esto es una pequeña ventana hacia mis intereses, pero no son mis intereses.
Bienvenido a mi representación en la red, aunque no sé si me representa.